el alma se afirma en la presencia
cuando trae un tesoro la nave a vapor
curando y borrando toda ausencia.
Anclando en callejuelas la salud
rompes la armonía de un bello cuerpo
construyendo lentamente un ataúd
a lo que ahora parece un muerto.
Deslizando la ira en los andares
tomas dulcemente éste manjar
para borrar del alma los pesares
que se convierten poco a poco en éste mar.
Hundiendo en puntos estratégicos
la belleza sin fin de un pasado
ahora que el amor ya parapléjico
no parece en tu alma aún anclado.
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