mágica entusiasta de la vida
corres entre los bellos volcanes
mientras saltas como una cabra.
Cada palabra
que incita a morder los labios
cuando una insolente rabia
inunda tu corazón de estadios.
Sin ton ni son
vienen corrientes de un adiós
cuando se hace más fácil al corazón
abrazar las flores que me pone Dios.
Río con Tribilín
con su agradable simpatía
que me hace señales claras
de éste amable fin.
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