Te doy entre tus manos
mi alma atada a tu piel
mis entrañas como tramos
te la ofrezco como miel.
Mi tiempo con segundos
me sumerge lentamente
en el bello mar profundo
enamorándome dulcemente.
Te doy entre los cielos
una a una las estrellas
evitando todo celo
a tí la mujer más bella.
Mi aire respirado
pongo entre tu boca
un poco inspirado
donde nadie rompa ésta roca.
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