Me devoran los celos como el fuego
rondando en mi alma sin cesar
destruyen la paz a que me apego
sofocando mi garganta sin parar.
Un detalle de tus manos se hace doble
entre risas encantadas hiere dentro
mi corazón que era ayer como un roble
y ahora no es más que un vientre roto.
Las palabras de una nota que eran verso
traicionan la armonía de mis pasos
las caricias que nunca fueron un peso
ahora se hacen cadenas y fuertes lazos.
Las canciones de días bellos rosa
provocan en el vientre una herida
nadando entre el vientre como mariposa
que lastima ahora con fuerza mi vida.
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