Se cruzaron las miradas
y la bella sonrisa irrumpió
cuando las almas ya atadas
no borran lo que un día se vivió.
Se entonaron las melodías
del corazón agitado
borrando las heridas
del amor recorrido.
Comenzaron las llamadas
de las noches frías en perfume
ahora con almas maniatadas
y miles de recuerdos en arrume.
Se revivieron sabores
de miel y aromas silvestres
cuando el corazón los roedores
parecen extraterrestres.
Volvió la luz del pasado
llamando a gritos el bus
cuando un poco apresurado
quiero entrar con vos.
Jesús Hernando Camacho Mosquera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario