Te imaginé entre mis sueños
enlazada con mi alma
tocando poco a poco
el mar y ésta calma.
Te esperé entre dolores
que procura la vida y la aventura
entre amantes y señores
que causan sólo locuras.
En la partida inesperada
de viajes y senderos
mi alma te buscaba
sin mostrar el desespero.
Como una luz me descubriste
y entre lluvias conquistadas
nos amamos en instantes
con el alma recostada.
Imitamos el vestido
de azul y blanco sin pensarlo
de un hermoso colorido
cuando sólo mi deseo era amarlo.
Yace como un peregrino
el amor en mi corazón erguido
lo que no parece mi destino
pero es el amor ya conseguido.
La memoria que evoca los recuerdos, de amigos, amores, dolores y la recompensa no angustiada de la espera.
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