Ahora navegas como el viento
liberando amores de hijos construidos
o recorriendo lugares solitarios
no sin recorrer silencioso con tu mirada
samanes verdes y frutos recogidos
o acompañando la pequeña en su crecimiento.
Mañana el árbol dará sus frutos
acompañando de tus manos fértiles
rodando por las ramas verdes
tirando sabia de dulzura al césped
inundando el viento de pesares secos
nunca supimos que la sembrada noche
estuviera tan cerca al adiós rampante, mientras
zumbaba un silencio en la casa huésped.
Sigilosa fue tu partida
ocultando un dolor profundo
teniendo en mente tu pequeña rosa
o mirando al cielo con tus ojos verdes.
Ahora aguardas con discreción y encanto
ver el fruto de tus hijos pronto.
(Dedicado a mi amigo Alonso Martínez Soto, recién fallecido).
La muerte, no arranca a los amigos.Los pone en un estado diferente.
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